lunes, 18 de abril de 2016

Preguntas

¿Qué es la vida? ¿A dónde vamos? ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es el amor?

No comiences con esas preguntas…sabes que no conocemos la respuesta.

Claro que no, pues no existe una respuesta absoluta a estas preguntas, así como no existe respuesta al canto de las aves ni deseos en las estrellas. Solamente existe lo que está en nuestra cabeza; y ahí están las respuestas a tu absoluto.

Entonces, ¿Qué es la vida?

La vida, querida voz que invade mi cabeza…

¡Tú eres quien invade mi cabeza!

No me interrumpas. Como te decía, la vida es aquello que nos cuentan nuestros abuelos cada domingo, nuestros padres cada noche, nuestro aliento cada día. La vida es aquella serie de sucesos interconectados pero no relacionados que nos brindan el conocimiento de que hacer. Son escenas fugaces que se marchan por y hacia nuestros sentidos para esconderse en distintas habitaciones, en distintos baúles, en distintos instantes y recuerdos que a veces, olvidamos. La vida es esto y aquello también. Lo es todo. Incluso es donde no la hay; esa es la vida.

¿Eso es la vida? Suena tan simple, tan burdo, tan pasajero.

Pues…así es la vida: simple, burda y pasajera.

Entonces, ¿A dónde vamos?

Eso no lo sé. No se puede saber, no se puede suponer, no se puede inventar. A donde vamos es un misterio que la vida nos esconde.

Nosotros podemos crearnos una respuesta a esa pregunta.

A todas menos a esa. Es imposible conocer tu destino ni aunque lo tengas todo meticulosamente planeado. La vida, a pesar de ser simple, burda y pasajera, esconde secretos y sorpresas que aparecen y desaparecen constantemente. A veces no los vemos y a veces nos arrebatan todo, hasta la vida misma. Entre estos secretos se nos esconde el destino, y no solamente el final sino todos los destinos de nuestra vida.

Yo conozco mis destinos de cada día.

No. Nadie los conocemos porque todo está escondido en el plan maestro de la vida. No sabemos si mañana nos levantaremos y escucharemos el cantar del mundo o si nos quedaremos dormidos. No puedes saber a dónde vas ni el camino que vas a tomar. Ningún destino es conocido solamente deseado. Recuerdo que no conoces nada, pero deseas todo. Eso es parte de la vida: desear, anhelar, soñar.

¿Desear? ¿Anhelar? ¿Soñar? Ninguno de los tres se cumple en mi vida.

Todos se cumplen, tus deseos, tus anhelos y tus sueños más simples se cumplen a cada instante porque si no estarías con vida. 

¿Deseo?

Deseas.

¿Anhelo?

Anhelas.

¿Sueño?


Sueñas. Con una vida distinta y turbia o quizá clara, pero distinta o probablemente igual. Sueñas, anhelas y deseas. En la vida y la frustración de un secreto, de un destino.

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